03 junio 2016

ALDEAS OLVIDADAS DE PONTONES II

La peña Mujo nos da mucho juego y desde su cima ofrece unas vistas espectaculares hacia el embalse del Tranco de Beas. No presenta ninguna dificultad el trepar o destrepar. Lo único que se requiere es no padecer de un excesivo vértigo y poner la debida atención en cada uno de nuestros movimientos para no resbalar, en cuyo caso, por la altura existente, la caída al vacío sería mortal de necesidad.
A este no parece que le aflija el miedo a las alturas
Y a estos tampoco...
Bonito prado, verde y florido
Observando a pie de campo, las evoluciones de este intenso reportero del National Geographic
"Llenando el Tranco..."
Abandonamos este lindo rincón de la Peña Mujo para continuar a través de un bonito sendero que traza su recorrido por entre un hermoso pinar, teniendo siempre a nuestra derecha el azulado contorno del Tranco de Beas.
De pronto, nos tropezamos con esta bella criatura, que nos turnamos para dejar atrapada en la memoria de la cámara, que es mil veces mejor que cazarla con una cesta cazamariposas para dejarla luego pinchada con un alfiler. Las mariposas son flores que vuelan, que decían los aztecas, así que, ella se dejó hacer y cuando nos satisficimos a placer, la dejamos en paz.
Ya muy próximos a las Huergas, nos encontramos con estos enormes pinos, secos y difuntos.
Todo lo contrario del entorno de las Huergas, que sobre todo en primavera destila frescura y vida, lozana juventud.
Nos confundimos con el paisaje, en la esperanza de que algo se nos pegue, aunque sea algún que otro insecto que encuentre apetitosa nuestra piel. ¡¡¡¡¡¡¡La mía seguroooooooo!!!!!!!!!
Preparados para cruzar el arroyo de Huergas
El lugar es espectacular, y se escucha rumor de agua correr, por todas partes. Si alguna vez me pierdo y no me encuentro, que me busquen aquí, por si acaso...
FINAL SEGUNDA PARTE

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